lunes

Lema orante semanal

REPLANTEAR. RECOMPONER. RECONVERTIR
20 de julio de 2009

La culminación es un paso más, que da cabida a nuevos planes… RE-PLANTEAR.
Los planes –con los que se culmina-, deben de ser “replaneados”, replanteados de nuevo, para ver cómo va a seguir el proyecto.
Después de la culminación podemos ver con claridad lo que falta, lo que sobra, lo que se necesita.
El replantearse, ha de suponer un… una nueva perspectiva, que…, salvando esas deficiencias, esas necesidades o esas obras anteriores, tenga novedades, tenga nuevos recorridos.
Simultáneamente acontece el recomponer… Es decir, el volver a ver si los componentes –que hemos empleado para el plan-, deben de seguir en las mismas posiciones, o tenemos que modificar el lenguaje, el ropaje, la actitud… COMPONENTES.

Al recomponer, mantenemos ciertos aspectos que han culminado. Pero otros…, otros, se sitúan de otra manera; se aclaran, se ofrecen, se trasmiten. Hacer que… la nueva composición, sea una composición de un ser… trasmisor, entendible, ¡sentible!

Hay que recordarse que, cada componente que constituye nuestra identidad, tiene una gran… diversidad; que no solamente tiene un plan, sino que tiene muchos planos y muchas dimensiones. Es un proceso y son componentes que continuamente se están recreando.

Y, en la medida en que los planes se reestructuran y los componentes se… actualizan, la posibilidad de la ¡conversión!, se hace evidente.

CONVERTIR, RECONVERTIR… lo que era blanco en negro, lo alto en bajo, lo bajo en alto, lo ancho en estrecho.

Un “verse” de otra forma…
Un, “que te vean” de otra manera…
Una reconversión que permita que, el verbo, la palabra, sea… precisa, sea… autentica, sea… la verdadera representante de nuestro ser.

La reconversión… ¡incita!, a una posición poética de la vida; a una posición de otra dimensión, alejada de la visión material, que le dé, al ser, un sentido trascendente.

Las llamadas “casualidades”, la llamada “suerte” o el llamado “Destino”, son producto de una recombinación permanente de la Creación, en cuanto a replantearse, en cuanto a recomponer…, en cuanto a reconvertir.

Hay un factor común en el replanteamiento, en la recomposición, en la reconversión… y es ver la incidencia que esos acontecimientos tienen sobre los demás.
¿En qué medida, vamos a actuar sobre todo el contexto, no solamente que nos rodea cercanamente sino en la lejanía, puesto que somos un todo…, aunque cada cual tenga consciencia de su individualidad? La repercusión de la reconversión, de la recomposición, del replanteamiento… ¡la incidencia que tiene en el medio!; y en qué medida, con la respuesta que va a haber de ese medio, también se va a, de nuevo, replantear, recomponer y reconvertir nuestra propuesta.
Planes… idealistas.
Componentes… nuevos.
Versos… inéditos.
Todo ello va a suponer una mayor y diferente ¡sintonía!, con la imagen de la Creación. Nos vamos a acercar más a la imagen y semejanza de la Creación.

Planes, componentes y versiones, deben de ser instrumentos de utilidad cotidiana… Una manera de testimoniar nuestra autenticidad.
La Fuerza de lo Divino nos plantea una continua… percepción de la realidad.
La Fuerza de lo Divino nos abre, continuamente, la posibilidad de descubrir, de asombrarnos de nuestras composiciones y de las posibilidades que tenemos.
La Fuerza de lo Divino, con sus casualidades, coincidencias e imprevisibilidades, nos enseña el camino del verdadero verso.
Ámen.

Lema orante semanal

Transmisión. Recepción. Tranparente.
13 de julio de 2009


La sola presencia en la vida , convierte al ser en un transmisor.

La recepción es… muy variable, y… se da… según qué circunstancias.

La transparencia es, igualmente… muy dudosa.

Así que nos encontramos con una transmisión inevitable, una recepción… “ya veremos”, y una transparencia “quizás”.

Si… cada vez el ser se escucha más a sí mismo, y menos a… el entorno, la recepción es mínima.

Si el transmisor no se siente… recibido, sus posiciones se vuelven… rudas, ¡ariscas!; en alguna medida, violentas.

Si queremos disolver la violencia de relación, debemos acrecentar nuestra capacidad de recepción.

Además, el nivel de transmisión debe incrementar su transparencia; con el fin de no mantener infinitos secretos, que hacen que, cada uno, maneje la realidad según su gusto, necesidad o manipulación.

En la medida en que cada ser es inevitablemente un transmisor, cada uno debe… buscar la manera más clara, más… evidente y más… contundente, para mostrar qué es lo que transmite, y –sobre todo- quién es y qué es, a fin de que la interacción con el receptor sea con el mínimo roce posible.

Si nos damos cuenta de que inevitablemente somos transmisores, también nos damos cuenta de que inevitablemente necesitamos que nos reciban. Es ahí cuando despertamos a la necesidad de percibir, de escuchar, de recibir.

La transparencia en la transmisión… está representada en la convicción de lo que se dice y en la sinceridad de lo que se expresa.

La transmisión no solamente ha de ser entendible, sino ¡sentible!
De igual forma, la recepción debe ¡sentirse aludida!, y no solamente entender o comprender.

Entramos en una semana especial con motivo del “Encuentro Internacional de Teatro”.
Y en este tiempo, aplicando las tres palabras de la oración, cada grupo debe hacer un esfuerzo por… que su transmisión sea clara; transparente. A la vez que, el espectador, ha de estar atento para recibir sin prejuicios lo que escucha; lo que le llega.

El teatro es el mejor argumento… del que dispone el hombre, para transmitir con transparencia y para percibir con autenticidad.

Damos la bienvenida a todos los grupos que acuden para… pulir, para… mejorar, para… recomponer, para culminar las obras que vamos a presenciar… viernes, sábado y domingo.


Amen.

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Lema orante semanal

CONFIANZA, CONVENIENCIA, CONDUCTA.
6 de julio de 2009

Ciertamente, parece indicar, tanto social, cultural como individualmente, que la confianza ha ido perdiendo espacio, terreno, actividad… Y en su lugar se ha ido creando la duda, la desconfianza y, en consecuencia, también el compartir, el solidarizarse, el ayudarse, quedan en un stand-by, en un inquietante “quizás”…
Probablemente, la conducta de cada ser, dé motivos de desconfianza. Y, seguramente, cualquier persona tenga motivos para desconfiar de esto, de aquello, de lo otro… por lo que pasó, por lo que ocurrió.
Bajo ese prisma, es muy difícil rescatar un mínimo nivel de confianza. Con lo cual, es muy difícil cambiar el código de duda, de cuidado, de violencia… Con lo cual, la especie queda en un estanco, estancada y repetitivamente repetidora de iguales circunstancias, con lo cual, se degenera.
Algo, algo de voluntad –algo- hay en la confianza. Pero también debe haber algo de ilusión, de oportunidad, de darnos oportunidades, las suficientes como para… para que el fiarse los unos de los otros pueda, al menos, funcionar intermitentemente. Al menos.
Importantísimo: No quedarse anclado en el pasado. “¡Ah”, es que me hiciste, es que te hice…” Y, en base a ello, no es posible rescatar la confianza. Tampoco se trata de olvidar; está ahí, lo recordamos, cada cual sus cuitas grandes, pequeñas o medianas. Ahora bien, se presentan nuevas circunstancias, nuevas perspectivas. Y es ahí donde no debemos dejar que entre lo antiguo, lo pendiente, lo rencoroso, lo inolvidable. Ahora es una nueva situación. Y, de seguro, que tiene matices –matices, al menos- distintos.
Te engañaron una vez, dos, tres, cuatro… pero la quinta, no.
Recuerden ese viejo proverbio chino que decía: “Si cierras la puerta a la mentira, no dejas pasar la verdad”. En consecuencia, si se mantiene una actitud cerrada y no se contempla que las circunstancias y el momento es distinto, no podemos disfrutar -porque la confianza es un disfrute- de un cambio de otra característica, de otra posibilidad.
Confiar supone el estar en esa actitud de abrir nuevas posibilidades, nuevas probabilidades, de salir del conflicto rugoso y repetitivo.
A poco que deparemos en nuestra presencia en este lugar del universo, podríamos deducir que han confiado en nosotros, que nos han dado muchas oportunidades. Muchas. Y que, en consecuencia, no podemos quedarnos en el abrasivo –abrasivo- error de lo imperdonable. Más bien dejarnos caer en la probabilidad, o en la posibilidad, aunque de nuevo se repita, pero sabiendo que –sabiendo que- en la permanente confianza, va a surgir lo confiable, lo confidencial, lo confiado.
Puede ser, puede ser un buen momento –en estos días que se avecinan- para dejar tranquilo al pasado, a las justicias que ello “con-trae”, y poder abrirse a la opción de posibilidades, en las que la palabra confianza se presente de nuevo, como nueva, joven, dispuesta.
La CONVENIENCIA es como esa expectativa que se aguarda para sacar rédito, renta, ventaja, hacia uno mismo o hacia los intereses de un clan, de un grupo: “Es conveniente hacer esto, es conveniente hacer lo otro, porque nos beneficia, porque…”
Sólo un apunte a este respecto: Se trata de abrir el diafragma. Sí, de ver, en realidad, ante la situación que toque y en la que nos planteemos si es conveniente viajar, conveniente estar, conveniente discutir, conveniente reclamar… abrir el diafragma para decir: ¿Qué es lo más conveniente para todos los que puedan representar en mi cabeza “todos”? También podríamos decir: ¿Qué es lo más idealista? Con independencia de las ventajas o inconvenientes que pueda tener.
La mayoría de las veces esto no ocurre. Ocurre que el ser del siglo XXI está enormemente condicionado por costumbres, leyes, normas, imposiciones, legalismos, políticas, sociologías, economías, filosofías, religiones… Puede parece que sea la época de mayor libertad, pero es muy probable que sea la época de mayor condicionamiento. Con lo cual, lo de “lo libertario”, “la libertad”, queda muy en entredicho. Porque las respuestas vienen condicionadas. Desde modas, desde ordenamientos, desde mandatos… Con lo cual, lo conveniente es “lo conveniente para…”
Incluso, en muchísimas ocasiones, ni siquiera se hace lo conveniente para el protagonista del incidente, sino que se hace lo conveniente según lo que conviene que dice la ley… que hoy dice la ley eso, mañana dirá otra cosa, o antes dijo otra.
La ley nos obligaba a servir a la patria en los momentos claves de la juventud, y hacíamos el servicio militar. La ley se ha olvidado de la patria, ¿verdad?, y ya no se hace el servicio militar… ¡Qué cosa, ¿no?! Ahora, en los espacios “progres” de Europa, lo de “patria” no, no, no pega… suena a fascista. Pero hace poco era como muy importante tener hijos para la patria, por ejemplo. Ahora, realmente, constituimos sociedades anónimas, empresas estatales que vienen sustituyendo esos teóricos -o reales- ideales que en otros momentos existieron.
Los condicionamientos van cambiando, pero van haciéndose cada vez más prietos, más cerrados, más angostos.
Hace bien poco, las jóvenes -acompañadas muchas veces por sus familiares- acudían a Barajas para hacer un “vuelo abortivo” a Londres. Hoy, pues… se va a la clínica de turno en este país, y cumpliendo unos mínimos requisitos, se realiza el aborto. Y se dice que es un “derecho” de la mujer. Por supuesto, en toda esa ley no aparece para nada el hombre. Se ve que ahora todos los hijos son… del Espíritu Santo… Parece increíble, ¿verdad?, pero el hombre no tiene ninguna responsabilidad. Pero es que ¡ni se menciona!
Se va condicionando, obviamente, y esa condición –y esa nueva condición- con apariencia liberadora para la mujer, realmente es un condicionante opresor, porque deja en absoluta impunidad la responsabilidad que contrae el varón. Pero, a primera vista, parece muy liberal y muy liberadora para la mujer.
Con este ejemplo se pretende mostrar cómo los condicionantes son muy sutiles. Y, en primera vista, parece una cosa, pero cuando ya se para uno a pensar y a ver… dice: “ ¡Ahí va, tela!, pero si… pero si esto…”
De ahí que la conveniencia tenga que ser después de abrir ese diafragma al 100%, para ver qué es lo más conveniente en el Universo ante esta pequeña situación que me toca vivir… qué es lo más conveniente. Poder tener la opción, al menos, de descondicionarse mínimamente para, realmente, estar, actuar en el sentido más conveniente.
Si tenemos una confianza suficiente, si estamos en el sentido universal de lo conveniente –y puede ser, en estos días cruciales, cruciales-, podemos ejercitarnos en esa disposición con una conducta, que no se trata de que fuera buena o mala conducta, eso fueron condicionantes antiguos… ahora, hasta es difícil definir la conducta. Pero sí es preciso, en el sentido orante de la sugerencia de esta semana, que esa confianza y esa conveniencia, estén atesoradas, estén practificadas… -practificadas-, ejemplarizadas en una conducta. Que conducta, no significa rigidez; significa actuar en el sentido adecuado, de una manera dulce y juiciosa, que permita el desarrollo de los otros y el propio. Porque muchas veces, cuando se habla de conducta, se habla del miedo a hacerlo bien o a hacerlo mal... no, no, no. Como previamente a la palabra conducta, hemos dicho que hay que tener mucho cuidado con los condicionantes, es muy probable que, a la hora de investigar cuál debe ser nuestra conducta, descubramos que es una conducta que no cuadra, que no pega con los condicionantes anteriores. No hay que temer.
Lo que sintamos que es conveniente, que implica una conducta, aunque no sea la aceptada y la adecuada en ese momento -según lo habitual o lo normativo-, debemos dar testimonio de ese descubrimiento de nuestra conducta, de nuestro estado conductual, ¡de una manera inteligente! Porque si descubrimos que nuestra conducta va a chocar con esto o con aquello, actuemos de forma inteligente para evitar ese choque, pero sin dejar de hacer lo que sentimos que es la conducta adecuada.
El Universo, mediato e inmediato, se ha movido de manera conveniente para el desarrollo de las especies de la vida. Las Fuerzas que rigen estas posibilidades, mantienen una conducta suficientemente creativa como para promover respuestas originales, nuevas y distintas por parte de todas las especies, creando ese estado de evolución, de mutación, de adaptación.
La Fuerza de la Creación ha cumplido con sus deberes. ¿Y nosotros?
Confiamos en que es posible saber lo conveniente y encontrar la conducta adecuada para que todo ello se dé.

Puede ser un buen tiempo, este espacio vacacional que se abre, para inspeccionar esa confianza; para intuir universalmente esa conveniencia; para, realmente, “conductualizarse” de otra manera. Precisamente ahora, en este tiempo de vacaciones en la que todo está previsto, en la que todo obliga a “vacacionarse”, en la que todo impone desplazarse; en la que todo indica que se produzca menos, se rinda menos; en la que todo está debidamente condicionado. Y en la que casi es una maldición quedarse sin vacaciones.
¿Cuál es? ¿Puede haber otra conducta que no sea la de “morenizarse”, emborracharse, “balnerizarse”?... Bueno, toda esa serie de imposiciones que… no se puede vivir sin ellas. ¿Puede haber otra conducta? ¿Podría ser conveniente, incluso, para… para el ánimo, no volverse a encontrar con las mismas personas en las épocas de vacaciones, y volver a hacer lo mismo en el mismo apartamento, en la misma arena contaminada de la playa, y en el mismo paseíto de la tarde…?
Podría ser otra conducta, y conveniente, hacer otras cosas. Con el solo hecho de plantearse las vacaciones de otra manera que no sean las impuestas, las obligadas, las necesarias, las… las que obligan los propios recursos –véase casas, ofertas, oportunidades-… Podría ser. Realmente, podría ser… de otra forma.
Quizás sea un momento trascendente para que eso ocurra. Y el más apropiado según las condiciones celestes, por aquello de que es lo que ha brotado en la oración hoy. Y por aquello de que es lo inmediato que tenemos para responder.
Una conducta estelar. Bien sea aplicada a un espectáculo o a las estrellas, como quieran.
Una conveniencia universal.
Una esperanza ilimitada.
Todo ello, suena a Dios.


Ámen.


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Lema Orante Semanal

EXPRÉS, ESPRESIÓN, CORRECCIÓN
29 de junio de 2009

Muy cerca está lo “EXPRES”, lo expreso -con “x”-, que tiene la velocidad del sonido o de la luz, o…. o de la rapidez de la necesidad, de la urgencia… muy cerca de LA EXPRESIÓN.
El que expresa aquello que siente.
Y, en base a todo ello, está la CORRECCIÓN. Corregir… aquellos aspectos que… que no permiten la libre “espresión” y expresión.
En definitiva, la expresión y la “espresión” tienen un grado de presión importante, eeeh… sobre el entorno. Imprimen huella, carácter… a veces drama… tragedia, o también, comedia, aunque en el menor de los casos.
Sin duda, siempre encontraremos aspectos que se deban corregir.
Si queremos realmente creer y querer a lo que nos rodea, la corrección es obligada.
El insistir en posiciones intransigentes sólo conduce a la fractura; por mucha razón que se tenga.
A pesar de la insistencia de la razón, de la lógica, de la ciencia, el hombre se sigue moviendo por la emoción, por la sensación, por la previsión, por la imprevisión, por lo… sospechoso, por lo… intuitivo.
Podría ser un buen tiempo, esta semana, para expresarse… así; no digamos que libremente, porque parece una barbaridad, ¿mmm?, pero sí expresarse “ un petit peu ” -o sea, un poquito- en lo que uno es, en lo que uno siente que es, y empezar a tirar de la cuerda de uno mismo; sobre todo para que los demás entiendan nuestra cuerda, y no tengan una opinión y un criterio, probablemente, equivocado, por la expresión que hasta ahora hemos dado.
También conviene, sobre la marcha, una reacción expresa.
Ahora que está de moda el anuncio del expreso -con el señor Clooney- en la televisión, pueden aprovechar… (ante el silencio) … veo que ven poco la televisión… bueno, no importa. Se trata de que, a veces, un expreso -como café- es mucho más importante que un autógrafo de un actor llamado George Clooney. Un fenómeno, parece ser, de la pantalla... Digo “parece ser” porque a nosotros, personalmente, no nos interesa ese señor. Nos interesan todas las señoras, pero ese señor en concreto -y otros parecidos- no nos interesan… Eso les interesa a ellos mismos. Bien.
Bueno, es una opinión, tampoco…
Entonces, bueno, el expreso -como “El expreso de media noche”, que algunos recordarán como esa película real, de un acontecimiento real, de una cárcel de Estambul, etc., etc.… tremenda, tremenda-, pues el expreso… ¿quién no ha cogido un expreso alguna vez? Quizás los más jóvenes nunca sabrán lo que es un expreso, porque van en AVE (tren: Alta Velocidad Española) , o van siempre en coche… y no saben lo que es un expreso. Pero, el expreso iba a presión, con su… con sus presiones correspondientes, para hacer mover las ruedas trepidantes del… del “pájaro de acero” o del “caballo de acero”, como se le llamaba en otro tiempo.
También conocerán las “ollas a presión”, las exprés, la olla exprés, que hace todas las cosas rápidas, buenas, bonitas y baratas, ¿no?, y nada; es cuestión de oír el pspspspspspsps… y ya te indica que está hecho, ¡eh!
También existe el sexo exprés. Sí, sexo exprés… se puede hacer por internet, por revistas, por pornografía, por cámaras, por frigoríficos, por internet… y, y en vivo…. Veo que tampoco están muy puestos en el asunto. O sea, de lo cual se deduce se ustedes practican el sexo tradicional… ¡JA!... Ya, ya…
Claro, si cada uno expresa su condición, tanto de su naturaleza sexual como su expresión sexual pues, esto facilita mucho la relación entre las personas. Las que se sientan sexuadas. Si ya no les interesa ese tema, pues, el exprés no funciona, sólo funciona la expresión:
-¿Has visto qué tarde más bonita hace?... ¿Te das cuenta cómo suena la chicharra en verano?
Es otro estado de consciencia, no es ni mejor ni peor, es diferente.
Es semejante a cómo… cómo se ha comido hoy la paella: con expreso… con expreso derecho a arrasar. O sea, ¡qué bárbaro!, nunca… Nos alegramos mucho, claro, del éxito, porque se dice… los paelleros dicen que la mejor forma de comprobar que la paella estaba buena es que no queda nada. Pero, es que ha sido en un tiempo record, lo hemos cronometrado… diecisiete minutos, cuatro décimas… ¡Guauuuu!... Como si hubiéramos llevado un año de hambre. ¡Qué bárbaro! ¡Qué bonito, qué bonito! Se nota que es fin de curso, y hay que aprovechar los 50 euros como sea… ¿Será eso? ¿Será eso, o… o no? ¡Ah!, ¡no, no, hombre, eso no! Aquí no pasa eso, ¡por Dios… por la patria y el rey!
O sea, que hay comportamientos muy expresos, y hay comportamientos expresivos. Pero todos tienen una cierta presión. De hecho, los seres se presionan. El universo nos presiona, la Creación nos presiona, el día nos presiona, la hora nos presiona, la noche nos presiona… Pero son presiones que tienen otra contrapresión, o otra contraprestación de nuestra actitud, de nuestra… Si esta persona nos presiona afectivamente, y nosotros sentimos que tenemos espacio para albergar su presión, pues se compensan ambas presiones, y “aquí paz y después gloria”, y “comieron perdices y fueron felices”… Ahora, si hay presión externa y…. y no hay espacio interno, pues entonces… choque de trenes: accidentes, traumatismos varios.
Hay una cosa importante en la “espresión” -con “s”, essspresión- y es que, en la medida en que el ser se muestra en lo que es y como es y de la manera que es, al conocerlo, pues crea nuevas amistades, inmediatamente.
Bueno era… pretendía ser un chiste, nada más, de verdad… Porque, normalmente, la persona no se expresa en cómo es, y tiene unas amistades ficticias, porque las amistades que tiene -o los afectos que tiene- son en base a la expresión que ha hecho, que no era cierta. Porque se miente más que se piensa. En consecuencia, cuando el sujeto se expresa en lo que es, crea nuevas amistades. Y las que tiene, se “desfolian”, es decir, se van…. Esto es muy interesante, porque puede ser “el comienzo de una gran amistad”, como decía “Casablanca” -una película-.
Y… y orantemente, habría que preguntarse: ¿Dios se expresa? ¿Se expresa o corrige? Todo a la vez.
Corrige con los acontecimientos, con las casualidades, con las suertes, con el azar… -lo que llamamos así-. Y ahí corrige y corrige y corrige y corrige.
Se expresa a través de las diferentes experiencias que tenemos con nuestro entorno.
Y es expreso con lo imprevisible, lo inesperado, lo insospechado… que, también ocurre diariamente. Lo que sucede es que no se ve todo lo que pasa.
En este lema orante, la sugerencia implica un grado de sinceridad importante, para lo expreso, la expresión y la corrección.
Dicen que corregir es de sabios pero, todo el mundo quiere ser sabio antes de corregir. En consecuencia, entre la “espresión” y la expresión, podemos corregir determinadas manifestaciones que nos hagan ser creíbles, a nosotros mismos y a los demás.
¿Por qué creemos? Porque nuestro mundo, nuestro entorno, se expresa, se “espresa” y corrige, de acuerdo a una dimensión que nosotros somos capaces de entender, hasta un determinado nivel. Por eso es creíble, por eso creemos. Porque hay expresiones que nos indican, en nuestra propia vida, que hay “algo” dentro de la Creación, dentro del Universo, que tiene ideas… a propósito de la existencia, a propósito de la vida. Y, con todo ello, terminamos por creer.
Y, en la medida en que creemos, la oración es nuestro vínculo, que nos permite adentrarnos en esa creencia y… y movernos en otra frecuencia. En otra frecuencia capaz de -capaz de- darnos… una visión inesperada, insospechada…… Como las sugerencias que estamos escuchando ahora. Detalles que no habíamos tenido en cuenta.
Cuando lo espreso, lo expresado y la corrección, hacen su aparición simultáneamente, probablemente seamos “otros”. Y, probablemente, esta semana entrante, tengamos las fuerzas a favor para que seamos “otros”. Ese “otros” significa ser lo que somos.
¡Es una oportunidad! No todos los días tenemos la oportunidad de “espresarnos”, de expresarnos y de corregir. Y si… todos nos ponemos de acuerdo, nadie se va a escandalizar, claro. Si sólo lo hacen unos, pues claro, los demás dirán:
-¡Oh!... -se rasgarán las vestiduras- ¡no sabía que eras así…!
-Pues, ya lo sabes…
-¡Tan sinvergüenza!
-Sí, de verdad.
-¡Me has engañado durante todo este tiempo!
-Es que… no me he atrevido, pero ahora… Te cuento esto expresamente para luego espresarme más tranquilamente, y corregir mi posición anterior. Y que sepas que, realmente, siempre he sido un golfo, siempre. Contigo sobre todo.
O sea, ya, ¿no?, ya está. O…
-Yo voy a tratar de corregir, y ser un hombre honesto y monógamo, pero no te garantizo nada, ¡eh!, nada, pero nada, nada es nada. Pero es así, es así. Ya… tanto tiempo así con… y tal, y que no… me voy a volver loco yo, un día…
O al revés:
-Mira, Antonio… Antonio, yo me he portado muy bien contigo, y he accedido a tus requerimientos pfff… de todo tipo, ¿vale? Táctiles, visuales… ¿Eh? Me he mostrado monógama todo lo que he podido pero, Antonio… tengo algo que decirte: Mira, me aburres, tío. Pero me aburres cantidad, de verdad, de verdad. He conocido a… no te voy a decir el nombre, porque si no… Y de verdad, ¡qué gente tan divertida! ¡Qué persona tan amable! ¡Qué… qué mujer tan… alegre, tan flotante, tan… tan nueva! Es… simplemente quería expresártelo. Yo, afecto te tengo. Es más, me voy a quedar con tu foto. Pero… de verdad que eres un tío muy aburrido… O sea, pero aburrido, aburrido.
¡Qué duro debe de ser eso!, ¿no? Bueno, “debe de ser”, no, ¡es! ¡ejem!
Entonces, es una… es una buena semana para montar el “bochinche”. Sí, porque después… después de eso -que suele durar de quince a veinte días, el post-trauma-, pues, todo… todo empieza a florecer; de nuevo la primavera, de nuevo podemos decirnos: “¡Felices Pascuas y Próspero Año Nuevo!” , porque ya ha pasado San Juan… Los que no han venido se lo han perdido; no vamos a decir nada más, pero es así la vida. Entonces, les felicitamos las pascuas y próspero año nuevo, y les recordamos que el 31 de Diciembre habrá una función aquí, en este mismo sitio, ¿verdad?, y si… quieren venir, pues vengan, y si no quieren venir pues, de verdad, que se lo van a perder.
Cuando uno se pierde algo, no lo recupera nunca, ¿eh? De verdad, ¿eh? Y ustedes, ¿creen que la vida está para perderla, o para ganarla? ¿Ah?
¡Dios es grande!
Sí, esa expresión islámica de “¡Dios es grande!”, es genial. Es genial. Sí, es genial porque… porque nos permite todo, ¡todo! Todo tipo de “espresión”, de expresión, de corrección. No tiene límites… Y esa grandeza de la Creación, esa grandeza de creer, nos da una perspectiva presente, pasada y futura, increíble.
Podemos construir y reconstruir nuestra vida, tantas y tantas veces como creamos necesaria, ¡a lo largo del día! Del día…. Y resulta que, habitualmente, la persona es monótonamente igual a lo largo de los años. ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?... ¿No hemos captado el caos del Universo, la entropía, la entalpía, y todos esos conceptos que, casi todos conocen, pero que difícilmente llevan a la práctica?
¿No hemos captado que Dios escribe recto en renglones torcidos?
¿No nos hemos dado cuenta que, a través de todo lo que nos sucede, nos está hablando la Creación para… para situarnos en nuestro sentido adecuado?
¿No nos hemos dado cuenta aún, que el grado de sinceridad va proporcionalmente, en relación directa a nuestra ¡salud!, a nuestro ¡bienestar!, a nuestra ¡felicidad!, a nuestro futuro, a nuestra longevidad?
Todavía no.
Y todavía algunos guardan sus secretos, sus misterios, sus mentiras, sus silencios… Y luego, cuando algo ocurre, no son capaces de relacionarlo con ello. ¡Ténganlo en cuenta!
Lo límpido transcurre, resbala, va; es suave, es Divino. Y, por ello, permanece indefinidamente.
Lo oscuro, lo oculto, aunque satisfacciones pueda dar, no deja de ser áspero, duro, quieto, inmóvil, degradante… Y desaparece con dolor y sufrimiento.
Es un buen momento para expresarse, para corregir, para espresar lo que cada uno es, lo que quiere corregir. Y recibir el apoyo y la ayuda, no solamente de lo que nos rodea, sino de esa Creación que nos mantiene y nos entretiene, y nos anima a seguir.


Ámen.
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Lema Orante Semanal

Te quiero pero, me gustaría amarte.
22 de junio de 2009


Sí. Y, ciertamente, cuando… cuando sentimos una… una cierta atracción, por un cuadro, por una pintura, por una puesta de sol, por una margarita, por un terreno, por un coche…. por una chica, por un chico… Queremos, queremos, queremos…

Te quiero pero, me gustaría amarte.


En ese “te quiero” buscamos posesión, buscamos: “Déjame que la teta sólo sea para mí….” “Déjame que tu muslo poderoso y tu gemelo de tu pierna derecha, hombre, varón… sea sólo mío, mío…” Sólo mío, solomillo… ¿no?... Y entonces, el quiero, quiero, quiero, quiero, quiero…

Sí, normalmente, “te quiero, pero me gustaría decir que te amo”, creo que ése era el título de la oración -si mal no recuerdo-, entonces, el quiero, el quiero… el quiero está siempre: Quiero patatas fritas… Quiero chicles… Quiero chocolatinas… Quiero bombón helado…. Quiero….

-¿Qué quieres, corazón?
-Yo quisiera que me dieras un beso…
-Que te diera un beso… Dártelo… ¿de gratis?... No…. no, no, mira, yo te presto un beso si quieres, o te vendo un beso, pero que… ¡¡¡darte un beso!!!... No… no… ¿Dártelo? No… Además, tú has dicho: “Yo quisiera…” Quiero, quiero… “que me des un beso”. No. Yo, si quieres… otra cosa pero, así, no .
Esto puede cambiar el sentido apocalíptico del ser en la vida, ¿eh? De verdad, ¿eh?, porque si alguien le dice:
-Oye, ¿me quisieras dar un beso?
-¡Cómo has dicho!, ¿tú no has estado en la oración?
-No. Yo estoy en Huelva…
-Ah… Pues, mira, me han dicho que eso de “querer” se les dice a los muertos… Y, es más, yo te doy un beso, siempre y cuando lo pagues.
-Ohhh… ¿Y qué es de lo nuestro?
-¿Lo nuestro?... Lo nuestro puede ser otra cosa…
Ehhhh mmmmm… “Yo te quiero pero, me gustaría decirte que me amas”… Algo así era la oración, ¿verdad?
“Quiéreme mucho pero, me gustaría decirme que me amas mucho”… ¿Verdad?... Algo así era la oración…

La verdad es que a veces, el querer y el amar se CON-FUNDEN… Y cuando se habla de querer en realidad se habla de POSEER…. “Quiero poseer tu cuerrrrrrpo… así profundo. Pero, tu tronco, nada más, el resto no me interesa”.
“Quiero poseer…. Tu tronco superior…. El resto, no me interesa”.
“Quiero poseer tus piernas…”
¿Suena lúgubre?
Otra dice: “Quiero poseer tu pensamiento”…

Más cursi: “Quiero poseer, quiero poseer eh… tu imaginación, tu fantasía, tu ilusión; quiero poseer esa fuerza de imaginación que tienes…. “Quiero poseer ese… ese motor que te hace decir lo que dices, sin saber por qué lo dices”.
“¡¡¡¡¡QUIERO POSEER-TE!!!!!!”
-¡Ahhhh!, ¿eso es querer-te?
-Sí.
-La verdad es que… yo quiero quererte. Y quererte significa que seas MÍO… SÓLO MÍO. MÍO… SÓLO MÍO. MÍO… SOLOMILLO, SÓLO MÍO. MÍO… SOLOMILLO, SÓLO MÍO.


Evidentemente, muchas personas no estarán de acuerdo en que querer significa poseer pero, es normal, siempre ha habido disidentes. Lo normal es que querer, querer, querer es poder, y el poder… además de corromper, posee.
Si no es suficiente con esta explicación, vívanlo seis meses y se darán cuenta que: uno será el poderoso, el dominante, y el otro será el obediente, el caduco, el inclinante.
Inclinante: dícese de aquel que se inclina ante cualquier decisión.
¡Ahhhhh…. AAAAAMARTE…!
AMAR….TE.
AMAR.
-Amar…
-¿Amar?.... “AMAR” es como lanzarse a la mar; es como otro estado de consciencia. Y “TE”, significa virtud en chino.
-¡Oh!, virtud. ¿Y cuál es la virtud superior?
-Es SERVIR.
-Y… ¿entonces, significa que uno, para amar, tiene que servir al otro?
-Sí.
-¿Y el otro te tiene que servir a ti?
-Sí.
-¿Entonces, los dos somos servidores el uno del otro?
-Sí.
-Entonces, los dos al servirse, ¿qué les pasa?
-Que se lo pasan bien…. Simplemente: pasan bien.
-¿Y qué tal lo pasas con… Asdrubalina?...
-Bien.
-¿Y con Leoncio, qué tal?...
-Bien.
-Pero, pero, ¿hay algo especial?
-Sí… sí, sí mira, yo… yo… Yo, practico la virtud, ¿sabes?, y mmme doy en el servicio; le sirvo a ella, y ella me sirve a mí. Ella sabe lo que a mí me sirve y yo sé lo que le sirve a ella. A veces, coincidimos y a veces no, pero no importa… No importa, no importa.
Le digo… ¿Esto te sirve a ti? Y dice: Sí… Pero, a ti no.
No importa; yo estoy sirviéndote. Déjame que te sirva…
Una vez máaaasss… Aaaa
Se puede hacer con canto:
Déjame que te sirvaaaaa… una vez máaaaaaass.
Como estamos en oración ecuménica puede valer cualquier cosa; de hecho, en las oraciones puede valer cualquier cosa, porque si no vale cualquier cosa no estará en sintonía con Dios:
Déjame que te sirvaaaaa… una vez máaaas…
Pero espero que tú… correspondas un poco más….
O sea, uno le puede poner la “letaína…” (letanía…) que crea conveniente, porque claro, si tú sirves y sirves y sirves, por aquello de la virtud: el TE… AMAR-TE, pero el otro no te sirve el té nunca, pues, tienes que decirle:
¡¡¡Aaaaaayyy, qué cabróooon!!!...


En el amor… en el amor, sobre todo, hay que ser muy elegante; o sea, nada de tensiones y tal.
Yo ya te he servido doscientas cincuenta millones de veces el té, la chocolatina, te he dado el masaje, te he dado el besito, te he dado tal…. Y tú, todavía no te he visto un detalle; entonces:
Amadooooo cabróoooonnnn….
Espero de ti…. Una tenue compeeeennnnnnsaaaaacióoooonnnn
En base a los añooosss que yo te he servidoooooooo
Como sierva fieeeeeel
Te ruego que ahora me hagas algo…. Ay…
Es lícito, es lícito, es lícito un cántico a las tres de la mañana, a las dos. Dice:
Despierta José que yo soy tu amanteeee
Requiero de ti…. Avísspateee… Avíspateeee
¿Y qué José -como José y María- se va a resistir?
-Dime Maríaaaaa…. ¿Dime qué quieres?
-Yo sólo quieeeero queeee me toques otra veeezzzz….
-Tócote María… tócote María… tócote María… Tócote María….
Y así fácil… Si no hace falta más complicación. Si cuando la gente dice: No sé si le amo o no le amo, si le quiero o no le quiero… Pero, practique, practique por favor.
Practique esta semana el amar y el querer.
El querer es posesivo, destructivo, obsesivo, pasional.
Y el amar es discursivo, suave, ligerante, beligerante, imaginativo… poesío….
¡Qué bonita palabra!, ¿eh? POESÍO. No posesivo, poesío.

Yo sé que Oscar y Goya nos van a sacar en algún sitio pero, póngalo por favor, las transcriptoras: POESÍO. O sea, el amar es… es un verbo de poesía pero, es una poesía especial: poesío. Si se dice poesía ya… cuadra. Hay que decir poesío; como el Poseidón que -aunque no sepan de qué se trata, ¿eh?- es el nombre de un submarino… Pero, vamos… no viene al caso.


Ustedes eligen: O quieren… o quieren o aman. O aman o quieren. Estamos en San Juan. San Juan… San Juan… San Juan Evangelista… San juan Bautista… San juan Tenorio… bueno, no, no era santo; era Don Juan. No era santo.
Don Juan sin miedo, el famoso Juan que es de todo y nada…
Y María… ¡Ohhh, María, todas las mujeres son Marías! María Magdalena, María Gertrudis, María Rosario, María Vendaval… rápido cogen el sentido, ¿no?... María Rosario, María insufrible, María… Devota, María Perpetua. Y, ¡qué maravilla, qué maravilla el tener todas esas Marías y todos esos Juanes para poder conjugar Marías y Juanes y que, al menos, si no son felices, sepan lo que es querer y lo que es amar.

Y a este propósito, ¿lo Divino nos ama o nos quiere?
Querer, querer… parece que no, no nos quiere mucho. Lo Divino querernos, querernos, no. Es más, nos detesta… a nivel de querer, ¿eh?, nos detesta, o sea que no nos testa para nada. Testa otras realidades; testa y sopesa otros testículos, pero no los nuestros, los nuestros, no. No son testados por la gloria del Señor. No. No nos quiere. Pero, nos A-MA. Eso sí. That's rigth. Es cierto… Es rigurosamente cierto. Que puedan tener ustedes la seguridad que durante esta semana que entra, Dios nos va a amar. Bien. Esta semana, ¿eh? La que viene, miren, ya necesitarán volver a la oración del próximo domingo para saberlo. Pero, ¿ésta?... Esta… Además parece ser que nos ama desde hace muuuucho time, mucho.
Querernos no. Nosotros nos queremos como especie. Y queremos la especie cucaracha; y queremos la especie naranja; y queremos la especie ehhhmmmm de ratas, la especie de gorilas… las queremos esas especies porque nos sirven para experimentos, para comerlas, para lo que sea. Pero, amar… oh… oh, oh.

La Creación nos ama como una adquisición superior. Y yyyyy a la humanidad le cuesta amar…. Muchísimo.
Porque amar es como un… océano que se te cae encima.
Amar es como nadar en la inmensidad del mar y notar como una masa ansiosa te soporta, pero está a punto de devorarte, mientras tú flotas, por arte y magia de tus ridículos tentáculos; véase: pies, piernas y manos… Realmente no flotas por eso; flotas porque el mar ha decidido no engullirte, ¡idiota!
Pero algunos piensan que flotan porque saben nadar; la mayoría de las personas que se ahogan saben nadar… ¿no lo sabían?... Ahhhh… de poco les sirvió nadar… No sabían lo que era la nada y se dedicaron a nadar, pensando que nadando en un océano turbulento y en una ola intempestuosa, podían flotar. Pero, hete aquí que… nnno.
Haaahhh, ee… entonces eh, si a pesar de uno, mover las patitas y manitas como perrito cree uno que flota, es porque el océano nos deja flotar. Esto es very important… -sobre todo para los que viajan vía Miami…- muy importante, muy importante, ¿por qué?, porque cuando uno se da cuenta que el amar no depende de uno, y que no depende de sus manitas ni de nada, sino que depende del AMAR… AMAR-TE, y de la virtud de SERVIR, lo único que podemos hacer es servir como… como algo que “podemos” -entre comillas lo de poder- disponernos a ello. El resto es la mar la que nos lleva a amar.
A… de lo Divino.
MAR … de lo Eterno.
TE… de la virtud.


¡¡¡PUEDE SER EL MOMENTO!!!!.... ¡¡¡¡¡DESPIERTEN!!!!!.... ¡¡¡PUEDE SER EL MOMENTO EN QUE DEJEMOS LA QUERENCIA!!!!... DE PA'MÍ, PA'MÍ, PA'MÍ…
Pa' mí, tú no eres nada (cantando)
Si tienes la bemba coloraaaada…
Eso cantaba Celia Cruz y, bueno, y otros rumberos.
Pa' mí, pa'mí tú no eres nada,
si tienes la bemba coloraaada…


Si están interesados en Salsa Caribe Karla, hoy, hoy a las diez, ¿eh?, y si están más interesados, cosa que dudo muchísimo, en la primera semana de agosto -cosa muy improbable para los de Iberia- hay un seminario aquí sobre Salsanarte. Pero, como los españoles de Iberia tienen muy ocupadas sus vacaciones en cosas muy importantes, jamás vienen a los seminarios de agosto. Pero, nosotros tenemos la obligación de decirlo, porque nosotros no tenemos vacaciones, nos hemos conjurado para no tener vacaciones; hemos renunciado a nuestros estómagos de vacunos, y sólo nos gusta el caviar y los percebes… ¡ahhhh, y el jamón serrano!, ¿no? Como no tenemos vacaciones, nos aburrimos y hacemos seminarios y seminarios, y encuentros y encuentros pero, la mayoría de nuestros queridos "confrères" que vienen los fines de semana, cuando llega julio y agosto desaparecen como la “pernales”… y se pierden en la vorágine del gobierno de un tal Rodríguez y un tal Juan Carlos… ¡Qué pena penita pena…! La cantaba Lola Flores:
“Pena de mi corazón
que me corre por la venas…
con la fuerza de un ciclón.
Es lo mismo de un tornado en… ¡Ahhhh… qué bueno…!
Es un potro desbocado que no sabe adónde va…
¡Ay pena, penita, pena, pena de mi corazón!
Que me corre por las venas con la fuerza de un ciclón…”
Qué pena da trabajar y trabajar, y laborar y laborar, meses y meses y meses, para culminar lo mejor, lo mejor, lo mejor de nuestras investigaciones y de nuestros saberes en el mes de agosto, y que ninguno de nuestros alumnos, de todos los meses… -bueno, ninguno, quizás sea exagerado, tres- vengan en agosto.
¡Qué pena, qué pena! ¿Realmente estarán interesados en algo o seguirán sus cursos de formación profesional y sus necesidades económicas como prioridades, ¡qué pena!... Pero eso no solamente pasa aquí, pasa en todos los sitios; no se sientan raros… No. nosotros seguiremos sin vacaciones porque pensamos que las vacas también tienen derecho.
Salsanarte, porque bueno, ahí está: Salsa Caribe Karla, esta noche a las diez. Les da tiempo de ir a Madrid o a cualquier sitio y escucharlo. Incluso se puede escuchar con… con el Iphone, ¿ehhh?...


Y cuando termine la oración, podrán saludar a Karla y hablarle, a una cierta distancia, claro. Y…. ella, con mucho gusto, les va a decir que tal y que cual y ahhhh…. Se va a hacer el primer seminario de agosto… aprovechamos por si alguien quiere salsanarse… Y ustedes dirán: “¿Y eso qué tiene que ver con la Medicina Tradicional China?”…
¡¡¡No sean horteras, por favor, no sean cazurros, amplifiquen su voluntad!!! “Qué tiene que ver eso con la medicina tradicional china”… Eso lo dirá alguien que nos envidia eternamente a la Escuela Neijing…
Pero, ¡claro que tiene que ver! Vengan y lo verán… ¡Ah, vengan y lo verán!
Igual que los que escuchan Salsa Caribe Karla, descubrirán que la salsa tiene mucho que ver con el Tantra… y el Tantra tiene que ver con el tantrismo, y el tantrismo tiene que ver con el Ren Mai y el Tou Mai… ¿Ven cómo tiene que ver….?
Pero, claro, la ignorancia es atrevida, ¿eh?, y cuando sólo se queda en la maestría de algo, de quince o veinte días, pues, no ve nada más…


Ah… y, ¿estábamos? En QUERER y en AMARTE…
Querida Señora, Diosa, Diosas, benditas seáis por habernos permitido esta oración que nos permite distinguir lo que es el querer y el amar, lo que es la posesión y lo que es la entrega incondicional.
Benditos sean todos.

Amen
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